Breve historia de mi comunidad


TRANSFORMACIÓN DE MI COMUNIDAD

Mi comunidad se llama Santa Catarina Pinula, a lo largo del tiempo muchas cosas han cambiado. Mi relato inicia aproximadamente hace unos 25 años. Voy a empezar por el parque, ese parque que antes tenía muchos árboles  y plantas, bancas de cemento y un chorrito, donde varias personas acarreaban agua, por cierto decían que de ahí si salía agua limpia, que de los demás lugares estaba sucia, era cierto “a saber”.  Era el punto de reunión para varias personas, en especial parejas. La fuente y el  kiosco, que servía de mirador, para aquellos que no tenían nada que hacer, o para los que querían apreciar el paisaje desde otro punto de vista. Antes el techo era diferente, se veía descuidado, y en sus barandas de color negro, se podían leer varios nombres, en especial de los enamorados. Alguno que otro quería dejar plasmado su nombre, sin saber que unos veinte años después este sería totalmente renovado, ahora sirve como escenario para diversas presentaciones, y el parque sirve como área para observar las artes que ahí se pueden presentar.

La escuela de la cabecera, data de varios años, se tiene un registro que inicia desde 1,952 cuando inició a ser una escuela mixta, antes de eso habían dos escuelas; una para niñas y una para varones. Su infraestructura ha tenido una notable transformación. Antes habían aulas pequeñas, con techo de lámina, en algunas se entraba el agua. Pero era muy bonita, muchos niños corrían alrededor de sus dos patios y medio, ya que había un parte de tierra, donde los niños jugaban cincos y trompo. ¡A que buenos recuerdos!  Estaba dividida en tres secciones, la parte del centro era la más antigua, en el año 1,995 se inició el proceso de construcción de dos niveles de aulas, justo donde estaba una cancha de básquet bol, que por cierto, por ahí se podían salir los niños a la calle, pues había una malla perimetral que de seguridad, nada tenía. En el año 2,006 inició el proceso de transformación total, toda la escuela fue demolida  y en su lugar se inició la construcción del actual edificio, que cuenta con instalaciones adecuadas para la educación de la niñez pinulteca. El nuevo edificio fue inaugurado en el año 2,007. Muchas de las personas de Santa Catarina Pinula, han estudiado en este centro educativo.

Muchos de los niños de ataño, al salir de la escuela, pasaban al parque a columpiarse y resbalarse, en aquellos juegos de metal, que cuando estaba el fuerte sol, quemaban por donde uno se resbalara, pero la sensación de juego hacía marcar una sonrisa en aquellos niños, que hoy son adultos. Hoy en día en esa misma área existen juegos renovados y actualizados, hechos de plástico. Lo que no ha cambiado es que los niños al salir de la escuela, pasan a divertirse un rato antes de irse a su casa.

Frente al parque podemos apreciar la centenaria iglesia de Santa Catalina de Alejandría, los registros que se tienen de hace ya varios años, nos muestran que se ha mantenido de la misma manera a lo largo del tiempo, lo que ha cambiado mucho son sus alrededores. Pero las costumbres religiosas se han mantenido.

Esa calle principal, al costado de la iglesia, por donde entran y salen personas de nuestro municipio, alguna vez fue de tierra, con escasas viviendas a su alrededor y muy pocos carros transitaban. Se veía a personas caminando o en bicicleta, niños que se dirigían hacia la escuela, el fondo verde por los árboles que crecen en la colina, bajando la cuesta de la Nara. Hoy en día está asfaltada y hay varios comercios en sus alrededores.

Pero si de comercios hablamos, no podemos dejar atrás a “Pollo Campero” y no es hacerle publicidad, que donde hoy está  este restaurante, había una humilde casa de adobe. En la actualidad muchas personas se acercan a comer, y otros más a robar señal de wifi, que por su puesto hace unos 25 años, ni por la mente de las personas que vivían en aquel entonces pasaba la existencia de algo como esto.

Lo que hoy conocemos como “Calle de la despensa” alguna vez fue una calle poco poblada, de tierra, pero dos cuadras adentro podíamos apreciar las gradas de la iglesia. Hoy vemos las gradas de la iglesia, varios carros parqueados y pues ya está asfaltada.

Para aquellos que viven en la zona dos, también tenemos la “Calle del adoquín” antes nada de casas, solo un peñasco cubierto de vegetación, el cual era el paso para las personas que habitaban aquella área, o los que gustaban de ir a jugar un partido de fútbol, ya que ese camino lleva al campo, que hoy es un majestuoso estadio, por cierto con grama sintética, antes con grama imaginaria más tirando a lodo en época de lluvia. Regresemos a la “calle del adoquín”, como punto de referencia hoy podemos decir  que está ahí, “por el pinchazo del Deyvid”, a la vuelta de la “Farmacia Santa Fe”, por “La librería de don Noe”.

Volviendo a la zona 1, en una ocasión, sino estoy mal ahí por 1,996 el entonces Presidente de la República visitó mi comunidad, varios niños salieron a las calles a recibir su cortejo. Como olvidar aquel colegio “La Inmaculada”, donde los niños pudientes de aquella época iban a estudiar. Ahora vemos la venta de pizza, tiendas y se convirtió en el centro de “Mis años dorados”, que sirve para atender a los abuelitos, los cuales nos podrían contar cosas aún más antiguas.
Donde hoy está la policía nacional civil, antes si uno se golpeaba o se enfermaba lo llevaban a ese lugar, ya que ahí estaba el centro de salud, pequeñísimo por cierto, pero era lo que había.  A un costado podíamos apreciar la majestuosidad de la ceiba, nuestro árbol nacional. A su alrededor se sentaban las parejas y los grupos de amigos a platicar, ya era como una costumbre para los estudiantes realizar esto. Hoy ya no existe la ceiba, en su lugar hay un parque que utiliza la municipalidad. Desde la escuela se pude observar el dichoso parqueo.

En fin mi comunidad ha tenido estas y muchas más transformaciones, que para contarlas todas a detalla, me tomaría muchas más páginas. Mucha gente se ha trasladado a este municipio a vivir, ya que notaron el avance infraestructural, social, económico y cultural que se ha provocado. Así que los invito a conocer más de la historia de Santa Catarina Pinula, somos un municipio con gente trabajadora, emprendedora y con ganas de superación en la vida.

Seamos parte de esa transformación positiva de nuestra comunidad.






Prof. Aldo Guillermo Moreno Guzmán

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